La tarea fundamental es llevar a cabo las encuestas de acuerdo con el protocolo y las directrices establecidas. Esto puede incluir encuestas cara a cara, telefónicas o incluso la distribución y recolección de cuestionarios en papel o digitales. En muchos casos, el encuestador debe identificar y seleccionar a los participantes de la encuesta según criterios específicos definidos por el estudio. Esto requiere habilidad para abordar a las personas de manera profesional y persuasiva.